"Hemos almorzado genial en la terraza que tienen detrás con unas vistas muy bonitas de la Vall de Gallinera. Los bocadillos son generosos y el embutido, especialmente las morcillas, son de una calidad inigualable. La pena es que el pan no acompaña pues es de baja calidad. En mi humilde opinión, el pan es el 50% del éxito de un bocadillo. No obstante, volveremos."