"Pocos restaurantes en los pirineos te sorprenden. Nada más que entrar, te das cuenta de que va a estar bien. la limpieza, la decoración, las vistas desde esa ventana. 100% negocio familiar con madre en la cocina y hija en la habitación. un menú diario de 20€ espectacular con una calidad de 10 hasta los pequeños detalles (caja de 2 aceites ecológicos, el pan, el vino de campo de la borla, los tomates de cereza de la garrnicion, la música de la atmósfera. La carta también es espectacular. Sé que esta crítica me va a lastimar porque me costará más conseguir una mesa, pero esta familia se lo merece por lo bien que hacen."
