"Llegamos a las 21.45h, la cocina cerraba a las 22h, habíamos llamado previamente para avisar. Pese a haber mesas vacías nos dijeron que no podíamos cenar allí, que solo podíamos pedir para llevar. La camarera nos dijo que las mesas estaban reservadas, pero era evidente que se trataba de una excusa. Dijimos que no nos importaba comer en la barra pero nos dijo que no estaba permitido por estar mal visto! Así que no nos quedó otra que coger la comida y cenar en la calle, que parece que eso sí está bien visto. Por suerte encontramos un banco de piedra donde sentarnos a cenar aunque hacía algo de frío. La carne de la hamburguesa era buena pero tenía poca salsa y condimentos, estaba montada sin gracia. Cuando acabamos de cenar vimos que aún quedaban clientes dentro del local, así que no entendemos porque no nos permitieron cenar dentro. Una pena esa falta de amabilidad, es un valle precioso y ya sabemos donde no hay que ir a cenar."
