"Estuve comiendo con unos amigos y no estuvo mal aunque con algún detalle a mejorar. Compartimos tres entrantes, empezando con un tomate con ventresca que estaba bastante rico, para seguir con pulpo a feira que estaba bueno aunque quizá, una ración un poquito escasa y terminar los entrantes, con unas ricas croquetas. Continuamos con rodaballo que, estaba rico pero que debería haberse hecho un poquito menos y terminamos con chuleta, tierna a la que el exceso de sabor a carbón de la brasa, le encubría el sabor; lo que comento, demasiado sabor a carbón. De postre tomamos tarta de chocolate aunque parecía más un brownie que otra cosa, sorbete de limón y copa de yogur con kiwi y helado Todo regado con un par de botellas de vino, agua y dos cafés a 57€ por barba. Buena atención en un local que da la sensación de prefabricado de ikea por dentro y en el que las mesas resultan justitas de tamaño para cuando quieres compartir con platos al centro."