"Fatal. Fui a comer con mis dos hijos y salí más que decepcionado. Mis hijos mellizos, al tener ambos solo 9 años, se toman siempre un menú a medias, más lo que les doy yo de mi propio menú porque soy de comer poco. Pero vamos, cuatro platos a cuál peor. Primero nos encontramos a un camarero de sala con menos alegría que Morticia. Primero nos sirve los primeros platos sin habernos puesto el pan. Se lo tuve que pedir. Y vamos, el pan que nos puso eran 4 trocitos pequeños para tres personas que se acabó enseguida. Los primeros platos: unas lentejas hipersaladas y una ensaladilla rusa minúscula. Segundo plato: una lasaña ácida (llevaría varios días en la cámara) y también minúscula, y croquetas, que eran solamente 5 y sin guarnición alguna, o sea, un plato de lo más huérfano. Salimos literalmente con hambre y entonces comprendí por qué estábamos solamente 7 personas comiendo en la sala. Vamos, que la última vez que hemos pasado por Herencia, hemos regresado a otro bar que conocemos allí, que es el Rincón de la Mancha, que es un valor seguro."