"Reservamos una mesa para ocho adultos y un niño al mediodía de un miércoles. Estaba preparada cuando llegamos y enseguida nos pusieron agua, vino fresco del año y gaseosa. Cinco platos a elegir de primero y otros tantos de segundo, elegimos ensalada, judias blancas y verdes. De segundo había carne y pescado, incluyendo unas albóndigas sabrosas y chuletas de cordero, más trucha con jamón. Postres caseros, incluyendo unas clásicas natillas con galleta y helados variados, Café aceptable incluido en el precio. Servicio eficaz y amable, los platos bien cocinados y servidos. Tuvieron el detalle añadido de darnos la comida sobrante de un comensal en un recipiente para llevar. Muy recomendable."