"He ido muchas veces porque los crepes están muy buenos, al igual que los gofres, los té, las tartas, el tiramisú, etc... Además tienen en carta ingredientes para los gofres y crepes que no son los más comunes que vemos en cualquier cafetería que los sirvan. La curiosidad y el cuidado que hay que tener es el siguiente: 1º. No vayas con prisa. Es un lugar muy tranquilo, o eso se pretende, con lo que los camareros el servicio (independientemente del camarero) es muy lento. Se esmeran mucho en el café (eso está bien) pero al punto de servirlo de 1 en 1. 2º. Esto sí me enfadó: en una ocasión quisimos unos ingredientes del crepe, pero servido en gofre (que inicialmente no existe esa combinación en carta) y me dicen que no es posible, que ese ingrediente va con el crepe, no con el gofre... a lo que yo pensé ¿qué más da?. Increíble. 3º En otra ocasión, una amiga pidió un crepe con Nutella. Al llegarle a la mesa, mi amiga quiso más Nutella, a lo que la respuesta fue esa cantidad es suficiente, está bien ... mi amiga dijo que por favor, pusieran más, aunque tuviera que pagarla... No debería haber discusión ni consejo. Si el cliente quiere más chocolate, le das más chocolate. Son así de sibarita, pero para merendar y desayunar, está de lujo, además solían tener concierto de jazz por las noches. Reservad o id temprano porque se llena casi siempre."
