"No puedo hablar del hotel porque no he estado, pero he consumido un desayuno en la cafetería y el señor que atiende es borde y prepotente. La amabilidad y la gracia brilla por su ausencia y, siendo tan bonito el lugar y tan bueno el desayuno, él le quita toda la categoría. Quien consume quiere una agradable experiencia y amabilidad, no sentirte que le debes la vida. Espero que os sirva y le sirva al caballero , si lo lee, que somos clientes. Así no se puede dar un servicio y, según en qué parte de Extremadura, es bastante habitual, también lo digo. Para los suyos estupendo, pero para los que venimos de fuera no. Poneros las pilas, que estáis en hostelería."