El Gurugu Terraza - Menu

Me voy encantada, muy buen trato y la comida riquisima.(todo en general, pero las croquetas y el chorizo al cuné una delicia) Un lugar al que sin duda volveré. Gracias por todo!!!

Fuimos hacia 5 años, y quisimos repetir porque teníamos buen recuerdo. Pero no fue buena idea. No solo tuvimos que esperar mucho a pesar de reservar sino que entre ellos , no fluía la armonía precisamente, discutieron varias veces entre ellos. La cuenta fue excesiva. No volvería. Un gran decepción

Comimos 4 adultos y un niño de 6 años. Carnes muy buenas a precios razonables. El servicio, encantado aunque algo escaso. El entorno natural es precioso con juegos al aire libre para niños y sin peligros. Volveré y lo recomiendo. Solo una pega: Hay algunos padres que parece que no saben educar a sus hijos.

Empezamos por comentar la reserva que tenía a través del tenedor porque me llaman para anularla pero que vayamos.. Pedimos hamburguesa y chuletón punto más. Traen la hamburguesa y 30 min después el chuletón crudo, por no mencionar la lata de mahou clásica con un chuletón de 36€.. La vaca al sol está más hecha¡¡ al final ni gracias¡¡ Para no volver. Pd. El ketchup y la mostaza en bote rulando x las mesas... a saber el coronavirus..

Me encantó este sitio rodeado de naturaleza, realmente... ¡espectacular!.Nos lo recomendaron unos amigos y la verdad que superaron nuestras espectativas. Los niños se lo pasaron divinamente jugando .Pedimos unas hamburguesas con patatas para ellos y quedaron más que saciados.Nosotros una carne de buey que estaba buenísima, tierna y sabrosa junto con un vino Ribera del Duero que completó la jornada. Cumplen perfectamente con las medidas anti- covid en su interior. El personal muy atento y amable con nosotros en todo momento, realmente invita de nuevo a que repitamos. ¡Muchas gracias!

Sitio con un potencial enoooorme!! Viendo las fotos de Google.. y luego allí, la verdad q el sitio es espectacular. Decir q fuimos el 1er finde q abrían después del confinamiento. Pero preguntamos y nos dijeron que tenían todo preparado. Decir q fueron muy amables y serviciales pero lo tenían muy descuidado. La comida congelada y mala calidad. Salvo el chuletón, pero lo trajeron junto con todos los entrantes y se nos quedó frío. Al final te dan ganas de llevarte unas tortillas la prox. vez y disfrutar en el parque q hay justo antes de entrar... Lástima de sitio con el potencial q tiene.

El sitio está descuidado, fuimos un grupo grande de adultos y niños .El servicio muy lento , los platos llegaban a destiempo.Los niños se comieron las hamburguesas y de postre les trajeron las patatas fritas. Los mayores también íbamos comiendo por grupos, mientras unos acababan a otros nos traían las hamburguesas para hacérnoslas nosotros mismos en unas planchas que tardaban un montón en calentarse...y para acabar sirvieron unas “parrilladas “de verduras que también teníamos que cocinar nosotros al módico precio de 14 euros cada una...y que ya nadie se comió porque llegaron al final y encima para hacérsela uno mismo.De traca la experiencia....caro y encima se tiene que hacer uno lo comida.

Hemos estado varias veces y la experiencia sigue siendo tan extraordinaria como siempre.El paraje es inigualable rodeado de pinos,en un entorno envidiable.Degustar los maravillosos platos que te ofrecen a un precio razonable y gozar de la naturaleza hace de este sitio uno de los mejores lugares de la zona del norte de Madrid. Pedimos carne a la piedra y los dueños super amables nos ofrecieron a que nos lo tomáramos en su cabañita rústica con su estufa de invierno y su techo de chamizo.Me encantó porque fue muy acogedor.La carne espectacular blandita y crujiente que tú mismo te la puedes hacer en sus planchas a la brasa.Un vicio! La atención es formidable.Nos miman al cliente y eso hace que t...

Os cuento mi pésima experiencia en este sitio ayer, vivimos en la comunidad en la zona sur y estuvimos llamando por la mañana para ir, pues nos habían hablado de él y para los niños era divertido, primero nos dijeron que lo sentían pero que estaban completos y a los 10 minutos nos llamaron para decir que se había quedado una mesa libre, que cuantos éramos (5) y que teníamos que elegir ya la comida (a precio de oro, muy caro), pero era pasar un día distinto. Una vez allí primero entras por una mini cafetería, pedimos unos refrescos, que tuvimos que llevar nosotros en mano y salir a la calle por un pequeño bosque y llegar a una cabaña de piedra muy pequeña, dentro sin ninguna ventilación (sin...