Venta De Getino Casa Amador

Aquí no puedo ser objetiva. Es un lugar que por recuerdos de infancia me trae grandes emociones. Las termas cercanas hay que visitarlas

Ojalá existiesen más sitios así donde el trato y la comida están por encima de una decoración bonita y la apariencia. Muy buen precio y en un sitio precioso.

Sitio perfecto para parar a comer después de visitar las cuevas, comimos de 10 un menú por 15€, todo muy rico, platos contundentes y personal muy agradable, atentos y rápidos.

Despues de visitar la Cueva de Valpoquero y de casualidad paramos y la sorpresa fue muy grata. Comida abundante y riquíssima. Garbanzos guisados y cordero guisados y de postres mouse de limon. Brutal!

Platos con un sabor casero excepcional, sabrosísimo. Probamos pardinas con almejas, chorizo, cordero. Vino de la casa regularcillo. Todo lo que comimos muy muy rico. Lugar peculiar por ser muy casero. Precio muy económico.

Todo muy bueno y comida casera (poca sal) abundante y muy amables, la tarta de chocolate muy, muy buena…. Menú con café a 14€… no es caro, pero la calidad del sitio no era para eso…. No es queja, pero leo comentarios de baratísimo y no es tanto.

Después de la visita a la cueva de Valporquero. Comimos muy bien y muy barato. Comida casera, servicio ágil y atención de 10. Éramos dos personas. Primer plato: garbanzos. De segundo cordero al horno y rabo de toro. Postre, café, pan y dos bebidas. Pagamos 34€ y ese día no cenamos. Maravilloso.

Un sitio tradicional, comida super rica, cerca de las cuevas de Valporquero, comes lo que ese día hayan hecho, no vas a encontrar un cartel con el menú del día en la puerta, mucha cantidad de comida, comes hasta hartarte y sobra, postres caseros riquísimos. La señora es encantadora. Muy recomendable.

Después de visitar las cuevas un sitio cercano y excepcional para comer. Destacar por supuesto la calidad de la comida, casera, rica y hecha con esmero, se nota en los sabores y en el aspecto, y te sirves la cantidad tu, te deja bandeja o puchero. Mencion especial, el TRATO, destacar la amabilidad y cercanía de la dueña, una señora agradable y sincera, se nos hizo tarde e íbamos con dos niñas aún así nos acogio y nos dio de comer como en casa. Hubo clientes todavía más tardíos que nosotros a los que no pudo dar, como dijo ella con total humildad, no por ganas si no porque ya no tenía género para darles. Que lo sentía. Gracias!!!!!! Si volvemos por allí no dudaremos en ir y por supuesto reser...