Plasencia
Parador Plasencia

Parador Plasencia

Plaza San Vicente Ferrer, 3, 10600 Plasencia (Cáceres), Spain

Europeo • Español • Mariscos • Comida Rápida


"Add Parador de Plasencia to the top of your list of hotels to stay at in Spain! It is located in Extremadura, the far western part of the country. Rooms: rooms are spacious with many offering a separate sitting area. There are wooden headboards and orange tiled floors. The bathrooms have been updated and include amenities shampoo, shower gel, etc. There is also air conditioning, which is appreciated on days with temperatures over 40C. Fitness leisure: Ask the receptionist for access to the fitness room located underground. There’s a treadmill, stationary bike, free weights and weight machine with a bench. What’s more, there are showers and a sauna there too. The outdoor swimming pool is open in the summer, which is refreshing on hot days (August). Food: the breakfast buffet offers regional specialities including multiple pastries and sweets, local cheese and meats. Come hungry as there are plenty of options to choose from and it’s even possible to order eggs (various styles) or churros. Service: extremely friendly and helpful. Parking: to check in, park in front of the hotel for a few minutes. The parking garage is accessed by driving around the back and taking an elevator. Recommend to not be in a rush to arrive or depart the parking lot as it can take some time. Summary: this historic building was built in the 15th century as a convent complete with a gorgeous cloister that sheds lights into the ground and upper floors. It feels as though you’ve stepped back in time while in this well preserved venue. Within walking distance to the other sites in Plasencia, this parador is a must when in Extremadura. Highly recommend!!"

Braseria Pitas Pitas

Braseria Pitas Pitas

Plaza Pintor Jose Morales Pacual 4, 10600, Plasencia, Spain

Café • Pollo • Carne • Hamburguesas


"La comida espectacular. Por desgracia, la atención al consumidor, no tanto. Pedimos unos bocadillos, patatas y ensalada (unos 40 euros a domicilio, y uno de ellos llegó incompleto (le faltaba la salsa ali-oli, ya nos había pasado en otra ocasión, aunque lo habíamos dejado pasar . Llamamos al local para pedir que nos mandasen un bote de salsa para poder completar el bocadillo, y nos pusieron un montón de pegas. Primero que si era un extra y el serranito iba sin salsa, luego que si se cobraba a euro y medio la tarrina de salsa (cuando en web en el bocadillo va claramente incluída la salsa en el precio , y luego que el repartidor le cobraba 5 € del envío si enviaba la salsa otra vez, y que otros clientes por simpatía lo perdonaban. Finalmente, enviaron lo que faltaba, pero no sin volver a hacer hincapié en todo lo mencionado. (Tampoco se mencionó en ningún momento nada de subsanarlo en futuros pedidos, como se comenta en la respuesta. De haber sido el caso, la cosa hubiese sido distinta Todo eso es comprensible, pero si cometes un fallo en tu servicio, no debes dar excusas ni intentar cargar la conciencia del cliente. El problema no ha sido que haya faltado parte del pedido, sino la escasa predisposición a querer solucionarlo y el querer hacer sentir mal al cliente. Lo que no sabemos es si será trato habitual del local, o si habrá sido mala suerte de la señora que nos ha cogido el teléfono, pero en cualquier caso, no debería de ser así. Edito tras la respuesta. Entendemos lo que quiere decir con pequeñas cosas, y nosotros ni tenemos ni hemos tenido problema en dejar pasar esas pequeñas cosas en otras ocasiones. Pero el problema aquí ha sido que mi pareja en alguna ocasión había probado el Serranito que yo acostumbro a pedir, y a ella no le gusta el Serranito sin salsa porque está acostumbrada al típico Serranito de Sevilla de toda la vida, que por supuesto lleva salsa. Hoy, al llegarnos el bocadillo sin esa salsa, y ser la segunda vez que nos ocurría, decidimos llamar, ya que en el caso de no llevar la salsa, ella se hubiera pedido otra cosa. La carne de lomo de cerdo no le hace especial gracia, pero en su conjunto con la salsa, la cosa cambia. En resumen, lo que es un problema pequeño, se convierte en la falta de un ingrediente importante en este caso (como si hubiese faltado el lomo o el jamón, el bocadillo no era lo que se pidió . De haber sido otra cosa, ya fuera una bebida, o un simple bote de salsa que acompañase a unas patatas, no nos habría importado. Y, de nuevo, la conversación no empezó por buen pie, porque se buscó dar excusas y alegar el no tener nosotros empatía, antes de ofrecer cualquier tipo de alternativa, ya fuese hoy o para un futuro pedido, aunque al final se subsanara."