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Cocina de producto que Raul Rivera domina como nadie. Restaurante coqueto en el que te encontrarás como en casa. Tienes una carta más que ajustada en precio con opciones de calidad para todos los gustos. Destacar sus vieiras, callos, cualquier pescado o sus postres

super buena experiencia. el sitio es pequeño pero ideal, todo muy limpio y ordenado y los camareros atento y rápido. El cocinero salió a preguntarnos qué parecían los platos, parecía un gran gesto. en los platos que todos riquísimos y con bastante variedad. Repitamos sin duda.

Hemos comido para repetir, he visto como platos de género, excelente atención principalmente gracias al camarero, por su simpatía correcta. todo era muy bueno, haría el sabor de la carne mejor en el rabino de toros, aunque rico me falta más goteo. y para corregir, el olor de frito en el salón que cuando sea pequeño y junto a la cocina, imagino que será difícil evitarlo. el precio al servicio.

A veces por casualidad, descubres lugares donde consiguen sorprenderte mezclado productos de toda la vida con una nueva presentación que te guste o no desde luego no te deja indiferente. Una atención exquisita unos productos de primera y una presentación excepcional. Hacen que disfrutes de la comida y si además le añades unos postres delicados y sumamente sabrosos pues resulta una experiencia gastronómica muy recomendable.

Una sorpresa impresionante. no puedes perderte; es un pequeño lugar así que es esencial reservar. Además de su carta, déjese llevar por las recomendaciones del día y puede probar algo impresionante. Comience con su blodi mary de ostras y continúe por los erizos de mar en tres salsas o chipirones con su muy buena tinta. de segundo pedimos que la película comparta y foie. delicioso todo el tratamiento espectacular. Creo que pronto tendrás el reconocimiento que merece por la comida.

local situado fuera del centro histórico, en una zona donde, hasta ahora, es posible aparcar sin más restricción que encontrar un agujero, no hay metros de aparcamiento. con dimensiones reducidas, con capacidad para unas seis mesas, su decoración es clásica y simple. la muy buena atención, tengo el detalle de facilitar los precios de los platos fuera de la letra, sé que es tuyo pero todavía hay muchos lugares que no. en la carta encontramos originalidad junto a platos “de siempre” y una muy buena selección de vinos. lo que pedimos era bueno, usted nota la calidad de los ingredientes. alto precio, en línea con los ingredientes, su elaboración y servicio.

Riquísimos platos para compartir. Hemos comido 5 personas y hemos pedido 6 platos de la sección para compartir, o no y 3 postres. La cantidad bien para todos, con hueco para el postre (recomiendo torrija) que estaba espectacular. Bien la ensalada con queso de cabra, muy ricas las setas gratinadas (hemos repetido) y los buñuelos de tortilla de patata. He probado por primera vez los erizos de mar, es una trilogía, muy rico el que está hecho con bechamel. Los chipirones muy buenos también. Postre estrella, está espectacular, la torrija, aunque también está muy bueno el souffle de chocolate, no estaba nada empalagoso. La bebida ha sido tinto de verano para 3 y agua para el resto. Un trato muy ce...