Posada Del Bandolero

Cenamos allí, que buenísima toda la comida! Unos solomillos riquísimos y unas ensaladas muy buenas. Precioso el restaurante y el trato inmejorable. Un lugar de 10

Lo conocimos por casualidad ,un po'o complicado el llegar ,nos encantó el sitio, buena comida , buen servicio ,lugar de encanto ,decoración Antigua ,con un molino de aceite en el interior, volvemos pronto

Toda una sorpresa conocer este lugar, un museo muy acogedor, y un trato estupendo, dar las gracias a Monica por su simpatía y buen servicio, solo por recibir un trato asi, merece la pena ir. Volvere pronto.

La atención y el servicio fue de 10, (camarera y cocinera), la ensalada buenísima y la salsa del solomillo estaba tb muy rica, y resalto tb las patatas, no es fácil degustar unas patatas bien fritas en su punto.

Un sitio estupendo, con una decoración preciosa, un trato excelente, y sobre todo una comida buenísima. Las croquetas de rabo de toro, el solomillo con salsa de pasas de la zona, la pluma ibérica...todo delicioso. Volveremos en breve.

Me encantó, un viaje al pasado con las comodidades del presente, personal excepcional, la cocina con productos de primera, bueno solo decir que lo probeis directamente, pudiendo comprobar toda la magia que desprende Rooms: 5 Service: 5 Location: 5

Es un hotel restaurante museo municipal, regentado por una familia encantadora pedro y Mirian son gente muy simpática atenta y cariñosa. Muy cervicales y atentos. La comida está muy rica y el sitio es espectacular. Puedes transportarte a otro siglo.

Esperábamos menos por el precio tan bajo , y nos ha encantado ! El restaurante todo buenísimo y el desayuno incluido en el precio llevaba café , zumo natural , tostadas , jamón y queso y 3 piezas grandes de fruta ! No hemos podido con todo , y las chicas súper encantadoras . Un 10

Restaurante fantástico. Es la casa donde nació uno de los bandoleros más famosos de la zona, el Visco del Borge. Toda la decoración es genial, y además conserva el molino de aceite que había en la casa. El trato por parte del personal ha sido fantástico. Las chicas estaban pendientes de todo y nos hicieron sentir como en casa. La comida estaba muy buena, tanto las croquetas caseras de cocido, como el solomillo con pasas y vino. Si vas a ver el nuevo museo del bandolero, este restaurante es parada obligada. Gracias por todo, volveremos!!